Fernández – Xi Jinping: acuerdo para ampliar volumen comercial y profundizar relación

El presidente Alberto Fernández y su par de China, Xi Jinping, acordaron hoy «reforzar los intercambios y la cooperación» y «seguir ampliando el volumen comercial entre ambos países», en tanto que formalizaron la incorporación de Argentina a la Ruta de la Seda, el estandarte de la política exterior del gigante asiático.

Así consta en la declaración conjunta difundida al término del encuentro bilateral entre Fernández y Xi Jinping, que se realizó en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing, en el marco de la gira internacional que realiza el mandatario argentino, que ya lo llevó a Rusia, luego a China y finalmente a Barbados.

El jefe de Estado argentino fue invitado especialmente por su par chino a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, de la que participó el viernes pasado, luego de que Argentina fuera uno de los primeros países en apoyar su realización.

En el marco del 50 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Argentina y China, el encuentro entre los mandatarios fue calificado de «cordial, amistoso y fructífero» y ambos coincidieron en la necesidad de «fomentar la confianza mutua y reforzar los intercambios y la cooperación».

Durante la reunión, que se desarrolló durante 40 minutos en uno de los salones del emblemático edificio situado frente a la Plaza de Tiananmen, ambos presidentes refrendaron Memorandos de Entendimiento y acuerdos en distintas áreas.

En el encuentro, Fernández estuvo acompañado por el canciller Santiago Cafiero; los gobernadores de Río Negro, Arabela Carreras; y de Buenos Aires, Axel Kicillof; el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja; el senador Adolfo Rodríguez Saá y el diputado Eduardo Valdés.

Con la reunión, Fernández y Xi Jinping dieron por inaugurado el denominado Año de Amistad y Cooperación Argentina-China 2022, durante el cual se desarrollará un programa de actividades a lo largo de todo el año a nivel nacional, que busca «seguir fortaleciendo el conocimiento mutuo y el afecto entre ambos pueblos, profundizando también los vínculos y la cooperación entre regiones», dice la declaración.

Asimismo, durante el encuentro, el mandatario argentino volvió a agradecer a Jinping por la invitación cursada para participar -de manera virtual- de la Cumbre del Partido Comunista de China y los Partidos Políticos del Mundo en su condición de presidente del Partido Justicialista, que se desarrolló en julio del año pasado.

En tanto, ambos mandatarios «valoraron altamente el trabajo conjunto» realizado en materia de cooperación sanitaria en el contexto de la pandemia de coronavirus, que «redundó en el fortalecimiento de la relación bilateral», dice el texto conjunto.

Según indica la declaración, durante la visita a China, ambos países firmaron el Memorándum de Entendimiento en Materia de Cooperación en el Marco de la Iniciativa de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, que tiene como objetivo «reforzar la promoción de acciones y obras que fortalezcan, innoven y diversifiquen la relación económica y consoliden la conectividad entre las regiones, estableciendo de forma conjunta un marco de cooperación económica inclusivo y que contribuya al desarrollo sostenible».

En ese marco, ambos mandatarios «analizaron el comercio bilateral y acordaron seguir ampliando el volumen comercial, promover el apoyo financiero para el pago de las exportaciones chinas a la Argentina e incentivar activamente la diversificación del comercio entre ambos países».

Asimismo, reiteraron el compromiso de «agilizar la conclusión de las negociaciones sanitarias y fitosanitarias en curso» y acelerar las reuniones técnicas que se requieran para alcanzar ese objetivo.

En tanto, en el contexto de la pandemia de coronavirus, los presidentes acordaron aplicar, en caso de ser necesario, «soluciones virtuales para alcanzar resultados concretos en las negociaciones y así promover la conectividad comercial».

También se acordó fomentar «activamente» las inversiones bilaterales, ampliar la complementariedad económica y buscar nuevas oportunidades económicas, sobre la base de conformidad con sus respectivos intereses y derechos nacionales; y, para ello, se convino en promover la cooperación de inversiones en las áreas de desarrollo verde y sostenible y la economía digital.

 

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Argentina espera inversiones y obras por 23.700 millones de dólares

Según precisó el gobierno argentino, a partir de la incorporación a la Ruta de la Seda china, el gobierno nacional rubricará acuerdos que garantizan financiamiento para inversiones y obras por más de 23.700 millones de dólares.

En la declaración conjunta, se especifica que en la reciente 5° Reunión del Mecanismo de Diálogo Estratégico para la Cooperación y la Coordinación Económica (Decce) quedaron plasmados los principales proyectos de inversión en infraestructura que se realizarán en la Argentina.

En esa reunión también se exploraron opciones para «incrementar la participación del componente local en los proyectos de inversión en infraestructura y se identificaron áreas prioritarias para promover la cooperación de inversiones con el objeto de incrementar la oferta exportable argentina y, de ese modo, colaborar con la sostenibilidad externa del país, el desarrollo productivo y la generación de empleo».

En tanto, ambos líderes destacaron la firma del «Plan de Acción Estratégico en materia de Cooperación Agrícola 2022-2027», que estable las áreas prioritarias para desarrollar «el diálogo, acciones y mecanismos innovadores de cooperación, conscientes de la importancia de fortalecer una asociación estratégica que contemple el incremento y la diversificación del comercio recíproco, las inversiones y proyectos conjuntos en el sector agrobio-industrial».

La cooperación científica-tecnológica fue otra de las áreas abordadas: en esa materia, ambos países buscan «garantizar modelos de desarrollo que combinen desarrollo productivo e inclusión social» y se celebró la próxima inauguración y puesta en marcha del radiotelescopio CART, uno de los mayores de la región.

También se habló sobre la cooperación en el ámbito de los usos pacíficos de la energía nuclear y se alentó el desarrollo de nuevos proyectos en áreas vinculadas a la producción de medicina nuclear, radioisótopos y tecnología nuclear, entre otros.

Según precisa la declaración, se suscribieron documentos de cooperación en distintos ámbitos, tales como desarrollo verde, economía digital, área espacial, sistema de navegación Beidou, tecnología e innovación, educación y cooperación universitaria, agricultura, ciencias de la tierra, medios públicos de comunicación y medicina nuclear.

Por otro lado, el gobierno argentino solicitó la instalación de un Consulado General de la República Argentina en Chengdu, con circunscripción sobre las Provincias de Sichuan, Guizhou, Shaanxi y Yunnan y el Municipio de Chongqing.

«La intención argentina de ampliar su representación en China es reflejo del deseo de profundizar la cooperación e intensificar los lazos locales. La Parte china da la bienvenida», sostiene el texto oficial.

Finalmente, China felicitó al gobierno argentino por asumir la Presidencia Pro-Témpore de la Celac para el año 2022, y expresó su predisposición para «apoyar activamente» a la Argentina en el cumplimiento de sus funciones.

«China aprecia el importante papel de la parte argentina en los asuntos regionales, así como sus esfuerzos para promover la integración regional y ensanchar la cooperación de los países de la región con el resto del mundo», sostiene la declaración.

En ese sentido, ambos países acordaron trabajar en conjunto para «profundizar las relaciones chino-latinoamericanas y caribeñas para una nueva era caracterizada por la igualdad, el beneficio mutuo, la innovación, la apertura y el bienestar para los pueblos.

 

La Iniciativa de la Franja y la Ruta: las claves del «proyecto del siglo»

La Iniciativa de la Franja y la Ruta es, en primer lugar, un plan de desarrollo basado en un conglomerado de proyectos de infraestructura por tierra y por mar, pensados a escala continental.

Originalmente, se concibió con un epicentro en el corazón de Eurasia, pero con el correr de los años fue incorporando regiones como África, el Ártico y América Latina.

Debido a las dimensiones colosales de lo que cómodamente puede ser descrito como «el proyecto del siglo», tiene la potencialidad de reconfigurar el comercio internacional, al acoplar de maneras creativas y dinámicas nuevas vías de intercambio que alivien la dependencia mundial sobre rutas marítimas tradicionales.

A su vez, en línea con las posturas tradicionales de la diplomacia china, la Franja y la Ruta tiene un énfasis especial en los países del mundo en vías de desarrollo, de los cuales China se identifica como parte.

En ellos, busca fomentar el desarrollo a partir de la mejora de las condiciones materiales locales como eje en la promoción de la estabilidad y la prosperidad.

 

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En un segundo plano, la Iniciativa de la Franja y la Ruta puede pensarse como una salida estratégica, que le permite a Beijing sobreponerse a los complejos desafíos geográficos que la rodean.

Tanto China como Rusia tienen la mayor cantidad de fronteras internacionales del mundo, al limitar cada uno con catorce países diferentes.

Por otro lado, el continente asiático aún posee numerosas hipótesis de conflicto. En respuesta a ello, la Franja y la Ruta multiplica las maneras en las que Beijing se interconecta con el resto del mundo y les garantiza su acceso a los mercados internacionales sin tener que convertirse en una superpotencia militar y resguardando el comercio de contingencias bélicas.

Por último, la Iniciativa de la Franja y la Ruta también debe entenderse desde la dimensión del ‘soft power’; la capacidad de un país de actuar en el escenario internacional a través de su influencia, atractivo cultural y prestigio.

En este aspecto más abstracto, este proyecto representa la propuesta china para una nueva etapa en la globalización; una etapa que, por primera vez en la historia, no se halla dictaminada por la preponderancia de Occidente. Debido a ello, es posible identificar una impronta marcada.

La Iniciativa de la Franja y la Ruta comparte la naturaleza tradicional de la influencia china: no es centrífuga, sino que es centrípeta; no pretende expandir del centro a una periferia, sino que busca atraer desde la periferia al centro.

Para ello, se modela sobre la antigua Ruta de la Seda, que durante siglos sirvió de puente entre China y el resto del mundo y que atraía a mercaderes y exploradores de los rincones más distantes a sus cortes imperiales.

En cuanto refiere a las oportunidades que la Franja y la Ruta conlleva para Argentina, éstas no solo deben entenderse en términos internos sino también regionales.

La incorporación de Buenos Aires a esta iniciativa, el país latinoamericano más importante en hacerlo hasta el momento, es sin dudas un hecho trascendente y un hito en la historia de las relaciones chino-argentinas que este 19 de febrero cumplen medio siglo.

No obstante, debido a la escala continental del proyecto, ahora se presenta el imperativo de pensar a la Franja y la Ruta como un motor para la integración latinoamericana; una integración que debe ser retomada no solamente desde el plano de lo político y lo institucional sino también desde lo material, para que los puentes que unan a nuestra región sean tanto simbólicos como concretos.

Argentina es el vigésimo país de América Latina en integrarse a dicha iniciativa. Los acuerdos incluyen el intercambio de monedas o swap, que China firmó con distintos países del mundo, que permite trabajar en las monedas nacionales, en este caso, en pesos y yuanes.

Argentina es uno de los 8 países latinoamericanos incorporados al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés). Los otros países son: Brasil, Perú, Venezuela, Bolivia, Chile, Ecuador y Uruguay.

 

Negocios entre Argentina y China

En 2021, China compró bienes argentinos por unos 6.300 millones de dólares, cerca del 7,9 % del total de exportaciones argentinas al mundo. Se trata de unos 500 productos, entre ellos, soja, aceite de soja y carne bovina.

Argentina importa alrededor de 5.000 bienes de China, entre ellos automóviles, maquinaria, indumentaria y partes eléctricas. En 2021, lo hizo por un total de 13.538 millones de dólares, cerca de un 21,4 % del total de sus compras externas, según datos del INDEC.

El intercambio bilateral entre China y Argentina se habría quintuplicado entre 2003 y 2020.

Si Argentina terminara no pudiendo pagar la deuda con China 10.000 millones de dólares de compromisos ya asumidos y otros 20.000 millones del «canje de monedas» del Banco Central con China, el país asiático podría quedarse con las ganancias de infraestructura construida en Argentina, como pueden ser los puertos, algo que ya sucedió con otros países.

Dado que China es uno de los mayores acreedores bilaterales a nivel mundial, preocupan sus condiciones de crédito, que incluyen prioridad de cobro y excluyen reestructuraciones colectivas.

Y Argentina no solo es el principal deudor del FMI con cerca de 45.000 millones de dólares, sino, entre otros 24 países en vías de desarrollo, uno de los principales deudores de China.

La deuda externa total de Argentina equivale actualmente al 82,2% de su Producto Interno Bruto. Un panorama negro.

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